martes, 16 de junio de 2015

¡El misterio del Cerro Baúl!

“Fue en la noche del plenilunio que el secreto se trasmitió, entre las sombras alucinantes que proyectaban, a la luz de la antorcha, las estatuas de oro de los poderosos monarcas del Imperio del Sol…
Luis E. Valcarcel

El Cerro Baúl es una impresionante formación geológica de unos 500 metros de altura, y ubicado a 2500 msnm, el cual se caracteriza por su peculiar forma similar al mueble antiguo llamado baúl. Se encuentra en el distrito de Torata, provincia de Mariscal Nieto en Moquegua – Perú.

Impetuoso Cerro Baúl
En su cima (de un área de más 400000 m2) existe una ciudadela pre-inca con influencia Wari, cuya historia se detalla a continuación:

El valle de Moquegua fue ocupado durante el siglo VI d.c. por una colonia del estado Tiwanaku, (cuya capital estaba ubicada en el altiplano boliviano), la cual se convirtió en la primera expansión hacia los valles occidentales del Perú.

Pero por esa misma época, la cultura Wari en Ayacucho, crecía rápidamente por la sierra sur del Perú, llegando alrededor del 600 d.c. al valle de Torata (Moquegua), donde edificaron una colonia con su capital en la cima del Cerro Baúl.

Excavaciones arqueológicas en la cima han sido definidas en 5 sectores distintos: El sector “E” es una plataforma aislada del sitio, muy probable de origen Inca del siglo XVI d.c.
El sector “D” es una plaza con recintos aglutinados alrededor del canto rodado más grande de la cima, posiblemente un área designada para hacer rituales. Siguiendo al este se encuentra el sector “C”, llamado “Hatun Canchas” (plazas grandes), donde se encontró una estructura de 2 pisos, hecha con lajas de piedras cubiertas con barro sobre palos latitudinales, debajo un conjunto de palos longitudinales que conforman una cuadricula de madera para apoyar el segundo piso.

Cuando los Wari abandonan el Cerro Baúl alrededor del siglo XI de nuestra era, ritualmente enterraron los componentes más sagrados del sitio, como: vasijas, cerámicas, copas, urnas, collares y brazaletes.

Debido a su historia, se sabe hoy que el Cerro Baúl ha sido considerado desde hace siglos como un Apu muy especial, su peculiar forma parece ser su aval, así como la energía que irradia, que es fácilmente perceptible estando en su cima. Toda una envoltura de misticismo que rodea a este lugar, habitado también por entidades “no físicas” que “adornan” su permanencia en el valle moqueguano. Lugar insólito que llama también la atención de “visitantes del espacio”, quizá haya alguna otra razón además de su historia y forma peculiar, sin duda Baúl es más que un cerro, digno de atención y de ser investigado.

!Misterio y realidad, Moquegua nos espera para conocer el Cerro Baúl¡

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